La compañía montañesa del Ferrocarril Cantábrico encargó tres tractores de maniobras, de trasmisión diésel-hidráulica, a la sociedad de Construcción Naval de Sestao. Durante los años 1964 y 1965, la Naval fabricó 28 de estas locomotoras concebidas para maniobras; fueron repartidas entre varias compañías de vía estrecha. Tenía tres ejes, para vías de ancho métrico, acoplados con bielas (una reminiscencia de las locomotoras de vapor); su motor Rolls Royce, de 220 CV con 6 cilindros en línea, le proporcionaba una gran potencia de arrastre; no debía circular por la línea general ya que su velocidad máxima era de 28 km/h. Su peso era de 33.500 kg y la capacidad del tanque de gasoil era de 1.000 litros.
El Cantábrico lo recibió en 1966 y le asignó el numeró 510; en 1972, al pasar a Feve se le reenumeró como 1315. Se utilizó en las estaciones de Santander, Torrelavega y Llanes y fue sometido a largas jornadas de maniobras. Circuló por las vías de la capital y sus muelles, sustituyendo a las románticas locomotoras verdes y negras de vapor. También daba la tracción a los trenes de mercancías que circulaban por el ferrocarril de enlace “Grillo” en Torrelavega; recorriendo los 3,8 kilómetros desde la estación del Cantábrico a la de Renfe de Sierrapando; posteriormente llegaba a la nueva estación de Tanos de esta ciudad. A mediados de los años ochenta dejaron de circular los Cantabria.
El tractor, con su librea azul, propia de aquella época del material motor de Feve (n.º 1315), se le puede contemplar en un perfecto estado en la nave principal del Museo Cántabro del Ferrocarril en Santander.